Plus ça change, plus c'est la même chose - Reflexión

 ¡Hola a todos, Hijas e Hijos del Metal!

¡Wow!, dos publicaciones en el mismo día, ¡estamos que lo damos todo!

 Para los que no controlen la lengua bárbara esa que aparece en el título, la traducción viene a ser algo asi como "Cuanto más cambia algo, más es lo mismo", 

No, no me estoy tirando el moco de que soy políglota (aunque ahora que la pequedruida está más activa, he descubierto que le encanta un canal de youtube con canciones infantiles en esperanto, una iniciativa muy chula de un esperantista de Sevilla, así que todo puede ser que añada en un año o dos "Esperanto - nivel coloquial" al currículo. 

Y después de la tontá del día vamos a meternos en harina.

Durante el parón de publicaciones he tenido tiempo (poco, pero algo) de pensar en el blog, de porqué no me sentía a gusto escribiendo, y, en general, de mi relación con el juego.

Más o menos así, pero con más ropa

 

Cuando volví a Warmachine hace cosa de un año y algo, y empecé el blog (en unos días cumple su primer añito de vida) tenía una idea muy clara sobre como enfocar el blog. Quería hablar de Warmachine, desde la perspectiva de un jugador casual, de alguien que no se toma el juego muy en serio, porque tiene otros juegos a los que dedicar su atención, que el hype le va y le viene, en resumen, alguien que disfruta el juego como lo que es, una manera de socializar, de conocer gente y de divertirse un rato.

Y durante varios meses ha sido así, Brawlmachine ha sido un revulsivo para la comunidad, ha permitido hacer partidas rápidas e interesantes, con pocos modelos, lo que se traduce en listas más fáciles de coleccionar y pintar, wartable ha ayudado muchísimo durante estos meses a poder jugar con gente de toda España e incluso de la pérfida Albión (Miguel, tus elfos de porcelanosa morderán el polvo en algún momento) y el canal de telegram (¡apuntaos, insensatos!) ha permitido crear lazos con una gente increible que, de otro modo, no habría conocido, gente como Meliadus y Auros, de (Bestias y Maquinas, con los que hemos colaborado algunas veces), los integrantes del blog (y también podcast) de La Vieja Guardia, a los que llevo años leyendo (aunque últimamente de oldhammer lo único que tienen es la URL del blog 😁), Cristobal (te debo una partida tio), Mariano, Miguel, Álvaro, en fin, un montón de gente maravillosa y que no son familia, pero si gente muy cercana y querida.

Todo iba super guay, y entonces llegó octubre... Privateer anuncia un cambio brutal de todas (o casi) las cartas de Warmahordes, un lavado de cara, para poder arreglar algunos problemas que había con ciertas cartas y demás. Me planteé liarme la manta a la cabeza, y enfrentarme a las más de 50 páginas de texto para hacer un análisis pormenorizado de todos los cambios, en reglas, conjuros dotes, y cambios en los temas... Como podeis ver en el blog, he hecho el análisis de unos pocos. Y entonces la vida real cargó contra el proyecto. Bueno, no, no solo la vida real, perdí de vista el objetivo del blog, de repente, sentía como que tenía que rellenar el hueco de un blog sobre warmahordes que analizara reglas, modelos y esas cosas, listas óptimas para Brawlmachine, mirar el meta a ver que facción se jugaba en los torneos y tal... y entonces DEJÓ DE SER DIVERTIDO, de pronto tenía prisa por publicar, para tener la serie de post publicados cuanto antes, para atraer tráfico esperando... ¿qué? ¿qué Privateer me dijera "como mola tu blog, aquí tienes minis gratis"? ¿hacerme un hueco como blog de referencia sobre warmahordes, en modo no competitivo?, no la respuesta era no, yo empecé esto para divertirme, para demostrar que "otro warmachine es posible" y ahora estaba entrando en la misma dinámica de combos, analizar modelos y perfiles, etc. 

Ya conoceis el resultado... deje el blog parado.

Mientras, he empezado a escribir en otro blog... Hijos del metal blanco, en este estoy volcando TODO lo que no es Warmachine y Hordes, y me ha venido muy bien, me ha permitido volver a encontrar la perspectiva, y me han vuelto las ganas de escribir sobre warmachine.

Por desgracia, creo que abandonaré la serie de post sobre los cambios de octubre, ya no creo que tenga sentido seguir con la actualización de reglas, casi cinco meses después (si, algunos podréis decir, que, a dia de hoy, aún no está publicadas todas las cartas en la web), pero considero que ha perdido el sentido.

Al mismo tiempo (y de ahí el título del post) tengo la sensación ahora, casi año y medio después, con Brawlmachine asentado como un estándar de juego que sólo se plantea Brawlmachine como una opción de juego válida (además, claro está del formato SteamRoller) y eso no me gusta.

Me he dado cuenta que para mi una partida de Warmachine en solitario es usar Brawlmachine (o si tengo el dia tonto, un escenario de Company of Iron), no concibo otra manera de jugar, pero el cambio de Brawlmachine a la version 1.2 ha sido un revulsivo, ¿por qué tengo que dejar de usar a Haley 1 en mis partidas porque lo diga LoS? obviamente, me refiero a jugar en  solitario, cuando juegue con otra persona usando Brawlmachine, Haley se queda en casa, pero me he dejado llevar por la inercia, lo que no me gustaba de Steamroller son vicios que están presentes igualmente en Brawlmachine... ¿La solución entonces? pues realmente es muy sencilla, pero también complicada... juego libre. Estos meses he conseguido varios wargames que no solo proponen un sistema sino también te explican por qué es ese sistema como es, y me ha abierto mucho la mente.

Voy a darle un giro al blog, abandono la serie de artículos sobre el cambio de octubre (lo siento por las facciones que se quedan en el tintero), abandono análisis de listas y perfiles más allá de, como hasta ahora, las listas que diseñe y monte para Brawlmachine. 

Pero, a cambio, empezaré a meter reglas de la casa para dar variedad a las partidas, nada especial, sólo reglas que vaya usando en  el juego en solitario y que pueden ser interesantes, subir escenarios, ideas de escenografía, en fin volver a la idea inicial, hacer un blog para disfrutarlo, mostrando todo lo divertido (para mi) que tiene esta afición, puede que pierda tráfico (maldita palabra), pero gano con el cambio como persona, como de afición.

Gracias por leerme (siempre), pero hoy más aún con este tostón. Si habéis llegado hasta aquí, teneis un dado adicional en una tirada de la siguiente partida.